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Ya está casi todo listo. A partir de septiembre se juega la CUCCup!!!!

14/7/10

Huarpe-Pehuenche Masculino


Mientras el superclásico femenino se disputaba, los varones Huarpes y Pehuenches ya concentraban de cara al encuentro más importante del año para cada una sus tribus, el cual terminaría siendo un verdadero show no apto para cardíacos.

Ese show ya había comenzado desde la previa con la Conferencia de Prensa, en la que estuvieron Mauro Fernández (Capitán Pehuenche) y su DT, Mauricio Hualpa, mientras que por lado Huarpe se encontraban el Capitán Agustín Barbuzza y el DT Carlos Páez. En ésta charla se los vio a “Charly” y “Maurito” con perfil bajo, sin querer anticiparse a los hechos, mientras que los polémicos Hualpa y Barbuzza hicieron todo lo contrario, y hasta pudimos disfrutar de un duelo de cargadas entre éstos. Algunas frases destacadas fueron “El Mauri eligió a 10 perros” o “No tengo dudas de que vamos a ganar”, ambas formuladas por el capitán del equipo rojo, a lo que Hualpa contestó “El año pasado les pintamos la cara en la cancha, pero todavía no veo el asado”.


Así había quedado el ambiente luego de la conferencia. Ahora sólo restaban esos 40 minutos de fútbol para saber quién se tragaría sus propias palabras y quien quedaría ante la gente como un visionario.

Luego de la victoria Huarpe en el superclásico femenino, ambos conjuntos masculinos se dirigieron al patio del Colegio Universitario Central a realizar sus respectivas entradas en calor.

Cuando llegó la hora de ingresar al campo de juego, las tribunas (colmadas como nunca antes se había visto en el establecimiento) estallaron en gritos de aliento hacia sus 10 soldados de batalla que eran los jugadores, a quienes podemos clasificar en 3 grupos: los de primero, que no sentían gran presión y su mayor papel era ganar experiencia en este tipo de partidos, los de segundo que ya habían vivido esto el año anterior pero tenían la tranquilidad de saber que, pasara lo que pasara, tendrían revancha en el 2011, y los de tercero, quienes probablemente estarían jugando su último superclásico como alumno del CUC y sabían que cualquier error grave que cometieran sería lamentado durante mucho tiempo.



Tras el pitazo inicial del árbitro Agustín Torres, comenzó aquello que muchos esperabamos desde la ceremonia inaugural de Deportes. Por un lado los Pehuenches con “Tun Tun” Torres al arco, Barraza-Fernández en la defensa y Needleman Cacciavillani arriba. Del otro lado los Huarpes, que formaron con Quagliarella, Avanzini-Sánchez y Barbuzza-Del Olmo. Durante los primeros minutos se vio a un equipo azul decidido, asfixiando al rival con la marca, sin dejarlo salir, con una defensa muy sólida del “Colo” y unas triangulaciones magníficas de sus 3 habilidosos. Así fue que el Capitán Fernández marcó el primero a los 4 minutos, tras un grave error defensivo de Barbuzza. Festejo Pehuenche que resonó en todo el colegio y alrededores.

La situación después del gol no cambió mucho. Los Huarpes no encontraban su lugar en el campo de juego y los Pehuenches iban por más. Así fue que, después de otra pérdida del “Cone” y un disparo de Needleman que atajó Quagliarella -de muy buena actuación-, apareció solo Cacciavillani para poner el 2 a 0 y desatar por completo la locura de sus hinchas.
Recién 8 minutos de juego y los Pehuenches ya estaban arriba en el marcador por 2 tantos, lo que significaba una situación muy peligrosa para los de rojo.

Sin embargo, la entrada de Santoni al campo de juego otorgó a los Huarpes mayor creatividad y posibilidad de asociar más el juego. Así fue que un minuto después del 2 a 0 llegó el descuento del recién entrado “Lucho”, tras una excelente pared con Avanzini. Después de ese momento el partido se tornó más parejo y trabado, ya sin tantas situaciones claras como al principio, tal vez por el cansancio de los jugadores. Tal es así que la primera etapa terminó con este marcador, 2 a 1 para los Pehuenches, y los equipos se iban a los vestuarios con la misma sensación: nada estaba definido, aunque tal vez se notó a los Pehuenches un poco más optimista, ya que habían demostrado mejor juego.

La segunda etapa comenzó con todo. Los Huarpes presionando más que durante el primer tiempo y creando ocasiones de gol, que se reflejaron en el nuevo gol de Santoni (convirtiéndose en la figura de los Huarpes) tras una jugada preparada de lateral. En ese instante el CUC se convirtió en una caldera, con ambas hinchadas que no daban más de tanto cantar y alentar a su tribu.

Después del tanto anotado por “el melena”, el juego se volvió más trabado, aunque siempre con la misma garra y perseverancia. Después de minutos sin ocasiones se empezaron a acercar los Pehuenches hasta que Leonel Alesci, nada más y nada menos que el arquero azul, marcó el 3 a 2 tras un saque de arco que no alcanzó a peinar Needleman pero se metió de todas formas en el arco de Salassa. Nuevamente, ventaja para los Pehuenches a falta de unos eternos 8 minutos de juego. A medida que pasaba el tiempo se veía que los Huarpes se acercaban cada vez con más decisión a la portería rival, y en los minutos finales fue un monólogo de éstos. Tuvieron 4 oportunidades claras antes de convertir el empate tras un rebote de Alesci que aprovechó bien Avanzini, todo esto cuando faltaban 30 segundos para que terminara el encuentro. De esta forma el partido se fue a la definición más cruda que puede tener un partido: 3 penales.

¿Quiénes tenían las de ganar? Por un lado, los Pehuenches habían ganado de esta forma en el año 2009, pero por otro lado los Huarpes venían con el envión anímico que supone haber empatado un encuentro que muchos daban por perdido. Es así que ni los más expertos podrían haber anunciado un ganador.

El sorteo determinó que patearan primero los Pehuenches. Fue Cacciavillani (una de las figuras del equipo) acomodó el balón y, mientras la hinchada contraria gritaba algo parecido a “miedoso”, por no decirlo de otra forma, la clavó al ángulo para inaugurar la serie a favor del equipo azul. Segundos más tarde Cima hizo lo mismo para los Huarpes, luego de que Alesci casi se lo atajara. El segundo penal Pehuenche fue pateado por Gutiérrez, quien ya tenía experiencia en este tipo de definición. Fuerte al medio, y Salassa que no pudo desviarla. Del otro lado se venía Emilio Sánchez, conocido por su juego controlado y preciso. Pateó abajo a la izquierda de Alesci, quien lo atajó de manera espectacular para dejar todo en manos de Needleman, el tercer pateador Pehuenche. Tenía en sus manos la victoria de su tribu. Acomodó la pelota, le pegó a colocar y... ¡el balón se fue afuera! El arquero ya estaba tirado en el otro palo y sólo pudo mirarla. A los rojos les volvió el alma al cuerpo y Needleman que no lo podía creer. Después del furor que causó este hecho, fue el experimentado (pero no necesariamente “fair player”) Barbuzza y lo clavó al lado del palo derecho contundentemente. La serie estaba igualada como al principio, pero otra vez los Huarpes con un envión anímico. De hecho, el penal siguiente lo pateó el capitán azul, Fernández, fuerte al medio, y Salassa lo sacó de manera espectacular después de tirarse hacia la derecha, poniendo a loa Huarpes a un paso de la victoria. Sólo tenía que convertir Avanzini –compañero de equipo de Alesci- y toda su tribu cantaría victoria. Pero la serie no podía terminar de esta forma; y Avanzini pateó al medio para que Alesci contuviera el remate con facilidad. A todo esto varias personas habían sufrido ataques cardíacos y habían tenido que ser asistidos por la brigada de rescate del Colegio. Increíblemente, otra vez las cosas igualadas. Quinto penal para los “guerreros”, fue Ioav Puebla, el de los 4 goles ante Milonga, y la hizo pegar en el palo derecho antes de meterla. Espectacular ejecución. Otra vez la presión para los Huarpes, esta vez recaía en Simón Gelardi, quien acomodó el balón nerviosamente y le pegó de punta mandándola muy por encima del travesaño, dando como vencedor del interminable encuentro a ¡LA TRIBU PEHUENCHE! Que festejó ciegamente el haberse consagrado “campeón”.

De esta forma culminó un partido que estuvo más allá del bien y del mal, que tuvo de todo, en el que se pusieron en juego enormes emociones, en el que ambos equipos demostraron su amor por el colegio y por su tribu. Si bien la victoria se tiñó de azul, tenemos que aplaudir a los 20 jugadores y a los DTs, que dieron absolutamente todo lo que tenían a su disposición para sacar adelante el partido y hacer que no sólo lo disfrutaran quienes estaban dentro de la cancha, sino también todas aquellas personas que estaban observándolo.

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